La mujer que arañaba las paredes. Jussi Adler-Olsen

SINOPSIS:

La misteriosa desaparición de Merete Lynggaard, una joven promesa de la política danesa, ocurrida en 2002, ya no parece interesarle a nadie. En su momento la policía de Copenhague no pudo encontrar ningún rastro de ella y el caso ha sido archivado. Sin embargo, cinco años después, el detective Carl Mørck , jefe del Departamento Q, toma cartas en el asunto, pues su trabajo consiste, precisamente, en ocuparse de crímenes no resueltos. Una novela policíaca inquietante que quita la respiración y cuyos inesperados giros atraparán sin remedio al lector.

OPINIÓN:

¡Hola, lectores! Hoy traigo la reseña de la mujer que arañaba las paredes. Primer libro de la serie del departamento Q.

Carl es un policía que acaba de volver al trabajo luego de un hecho traumático, la mala relación con sus jefes y su poca predisposición para realizar el trabajo hace que sea trasladado como excusa a un nuevo departamento denominado Q que tiene como objetivo casos no resueltos y con una vena mediática. Como el de una joven política llamada Merete desaparecida 5 años atrás sin dejar rastros. Arrastrado por su extravagante asistente Assad, Carl sin quererlo comenzará a investigar y pronto va a encontrar algunos hilos de los que tirar que podrían llevarlo a descubrir la verdad.

Debería estar siguiendo las series que tengo empezadas y si bien ya me estoy organizando para hacerlo, como mencioné cuando me inicié con la de Fossum no puedo evitar echarle el ojo a otras, es que en mi defensa hay muchas interesantes y suelo ver reseñas en instagram y cuando se trata del género no puedo evitar aumentar mi lista. Y era el turno de esta, que me topé por casualidad en la biblioteca virtual gratuita que tenemos acá en Uruguay, la que por suerte cada día tiene más títulos del género. Como siempre ante una primera entrega no entré con las expectativas muy altas, e hice bien porque a pesar de que me resultó entretenido no pasó de eso. La historia gira en torno a un policía que acaba de volver al servicio luego de un caso que terminó muy mal y que por su actitud no es bien recibido por sus jefes por ende aprovechan la oportunidad que les da un partido político de crear una nueva unidad para investigar casos mediáticos que no llegaron a resolverse y así deshacerse de él. Quién tampoco está muy interesado en hacer el trabajo hasta que se encuentra con un asistente un tanto particular que hace que poco a poco se vaya sumergiendo en los archivos de los casos y se interesa en la desaparición de una joven política años atrás. Hecho que se investigó en su momento, pero, que se concluyó que la mujer murió al caer al mar, sin embargo pronto Carl Mørck de la mano de su asistente van a encontrar pequeños hilos de los que tirar y que los podrían llevar a dar con la verdad. La premisa me parecía interesante, creo que hasta el momento no había leído ningún libro que se enfocara en otra área y los casos sin resolver pueden ser una buena oportunidad de leer algo diferente aunque no es algo indispensable para mí, me encanta cuando las historias se salen de lo que se suele explorar. Me encanta encontrarme con elementos que despiertan mi interés, porque más allá de lo que plantean las historias a simple vista yo suelo poner mi atención en lo que envuelven y pretenden plantear los casos, ver el trasfondo. La cuestión es que acá no me terminó de convencer como se manejó la historia, cuesta mucho el arranque al principio, se detiene a relatar hechos que no interesan más allá de que retratan la situación del personaje cosa que podría darse mientras uno se adentra en el caso y se da la investigación como sucede muchas veces. Ya que de esta manera a mí me dieron ganas de abandonarlo porque no llegaba al punto del caso y la investigación. Y la misma en sí no me pareció la gran cosa, es correcta no puedo negarlo, pero tampoco es que esté tan bien hecha al punto de encantarme, porque además se ve interrumpida en ocasiones gracias a que Carl mete la cuchara en otros casos. Eso de mezclar otras cosas no me agradó, porque por más que fuesen momentos puntuales y escenas cortas, a mí me sacaban del foco principal. La historia se va desarrollando con un ritmo sobre todo lento, pausado, no hay grandes sobresaltos, ya que la búsqueda de respuestas no lo permite. La narración se da en tercera persona y los capítulos se van alternando entre la investigación de Carl en el 2007 y el cautiverio de Merete desde los años de su desaparición hasta que se llega al punto en que convergen. Y esos pasajes son los más fuertes de todo el libro generando una sensación de angustia y claustrofobia que incomodan mucho.

En lo que refiere a los personajes están bien definidos aunque sinceramente me molestó el principal durante casi todo el relato. Carl Mørck es un policía que no ha terminado de recuperarse del último caso en el que fue herido, perdió a uno de sus compañeros y dejó a otro postrado en una cama con secuelas muy graves, y que acaba de volver al trabajo. Eso lo entiendo, es algo que no representa sorpresa alguna porque casi todos los personajes que he leído hasta ahora están tocados de alguna manera y vienen con una carga impuesta por muchos años de trabajo, pero hay cosas que no soporto por más que representen tópicos de los policías de estas historias. Y la verdad es que Carl es un tipo que me resultó desagradable en su manera de tratar a los demás, con sus compañeros de trabajo puedo pasarlo por alto, ya que la hostilidad o ese juego es mutuo, pero cuando está hablando con otras personas choca. Especialmente tiene actitudes y pensamientos que no me gustaron nada hacia las mujeres, en esas instancias lo odié. Carece totalmente de tacto en instancias en el que es necesario, ya sea porque está tratando de recavar información y tiene que comprarse a la otra persona o porque está con alguien que no puede relacionarse de manera normal, como cierto personaje de acá. Además es vago, al principio ni siquiera le interesa trabajar, y pese a que corrige eso mientras se va sumergiendo en el caso a mí se me hizo difícil dejar de lado ese desinterés demostrado al principio. Estamos ante un hombre desgraciado y anodino que se esfuerza por huir de sus traumas en vez de afrontarlos y gracias a eso, se comporta tan mal. Aun así demuestra que es muy inteligente y que es capaz de ver esos pequeños detalles que pueden determinar la resolución de un caso, pero más que nada eso se aprecia de fondo en los casos en los que colabora. Porque en lo suyo, destaca lo que nombré anteriormente. El personaje que me gustó mucho fue Assad, estamos ante un hombre que inicialmente se presenta como un simple asistente que tiene como función limpiar el sótano donde han escondido a Carl y su departamento y encargarse de tareas similares. Pero es mucho más, ya que rápidamente nos vamos a encontrar con alguien que está muy interesado en ver trabajar al policía, pero además en los casos cosa que se supone no debería hacer, ya que no pertenece al cuerpo y los informes son confidenciales. Pero Assad no conoce los límites es entrometido y no se contiene, y es gracias a eso más su perspicacia e inteligencia que van a ir encontrando el camino para dar con la verdad del caso de Merete. Él es un inmigrante de Siria, supuestamente, lo que representa un choque cultural a la hora de relacionarse con Carl porque no tiene reparos en llevar su cultura al sótano. Lo que además creo que enriquece un poco el libro y sin dudas nos regala momentos y diálogos cargados de humor. Sin dudas desde mi punto de vista es el mejor personaje del libro, es indispensable para la resolución del caso, ya que sin él Carl en primer lugar ni siquiera se habría puesto a trabajar y además se encarga de ir a por esos pequeños detalles que terminan importando. Y también hay un velo de misterio muy grande en torno a su persona, ya que no hay que ser genios para darse cuenta de que no estamos ante un simple asistente sirio, hay algo más, sin embargo no se indaga en eso aunque hay una conversación entre ambos personajes que abre el tema. Eso le suma a querer seguir con la serie para descubrir quién es realmente Assad, y que esconde. Me gustó mucho la relación e interacción entre ambos, se forma un buen equipo, que funcionan bien pese a las grandes diferencias que hay entre ellos. Y otro personaje importante es Merete, la joven política desaparecida años atrás, a ella la vamos a conocer de dos maneras, por la investigación que hace la policía en la que indaga en toda su vida y gracias a los capítulos en los que se relata lo que sucede en su cautiverio. Esos pasajes son muy angustiantes, da mucha pena por lo que está pasando especialmente el último tramo, sobre todo por las decisiones que ella toma en esa instancia.

En lo que respecta a la conclusión, el momento de la confrontación es el que nos ofrece toda la acción y tensión que uno puede encontrarse en este libro, ya que durante el desarrollo de la historia aparte del angustiante relato del cautiverio de Merete no hay hechos impactantes. Lo que si no viene con muchas sorpresas porque antes de llegar a ese punto e identificar al secuestrador con nombre y apellido uno adivina quién es. Uno ya tiene la pauta de que si o si el culpable siempre está presente de alguna manera en la historia y en este caso solo hay un hecho que puede llevar a eso. Es decir que es predecible, aunque a mí no es algo que en particular me moleste siempre y cuando todo lo demás sea sólido y acá eso no sucede porque además el argumento siento que no se sostiene, si uno analiza la razón que llevó al cautiverio de Merete es débil. No justifica ese odio para nada, entiendo el impacto y trauma del otro lado, pero sinceramente creo que no hay lugar para tal acto de venganza, no lo sé es demasiado exagerado y sin sentido. No puedo explicar más para no caer en el spoiler. Por otro lado los hechos finales no me convencieron, ese cierre para mí debió ser más crudo, más real, se me hizo algo ridículo teniendo en cuenta la gravedad de lo que pasa. Eso junto con lo que he ido mencionando antes, de historia lenta, personaje principal desagradable para mi gusto, al final hizo que la historia me dejara con sensación de poco. Aunque no niego que me haya resultado entretenida por momentos, mantiene el nivel de las primeras entregas que he ido leyendo este último tiempo. Un libro para simplemente pasar el rato. Igualmente leeré por lo pronto el segundo libro, ya que Assad es un personaje que me gustó muchísimo y que esconde demasiado por lo que sin dudas si algo tiene de interesante esta serie es él y genera la necesidad de saber quién es y de ver que es lo que puede dar. Pese a que el policía sea Carl.

Mi valoración es:

⭐⭐⭐

Puntuación: 3 de 5.